martes, 26 de abril de 2016

El Villamuriel logra la permanencia matemática

«Otro añito dando guerra en Tercera». Eso es lo que salió de la boca de Javier Ramírez, presidente del Villamuriel, al acabar el partido ante el Ciudad Rodrigo. No le faltaba razón al máximo mandatario del club cerrateño en su reflexión, y es que si algo ha dado este año el equipo cerrateño es guerra, y ese espíritu batallador es el que le ha permitido lograr la permanencia tres jornadas antes del final de la temporada.
Al más puro estilo épico. Así logró el Villamuriel la ansiada permanencia en un partido en el que se daban todos los condicionantes adversos posibles. El campo estaba tan embarrado que las cortacésped llevaban medio mes sin hacer su trabajo por miedo a quedar atoradas. Había charcos por doquier, la hierba estaba tan alta que el Rafael Vázquez Sedano parecía más una selva que un campo de fútbol y, entre la lluvia, 11 jugadores vestidos de verde hicieron lo que mejor saben hacer: dar guerra.
El Villamuriel salió al campo en tromba y en los 10 primeros minutos pudo adelantarse hasta en tres ocasiones, pero el gol no llegó hasta el minuto 13, cuando Chema remató de cabeza a la red una falta botada magistralmente por el de siempre, por Javichi.
Buenas sensaciones y mejor marcador. Esas eran las conclusiones que sacaba el Villamuriel en solo 13 minutos de juego, pero el camino hacia el triunfo no iba a estar sembrado de rosas. El Ciudad Rodrigo demostró que llegaba al Cerrato con la intención de ser algo más que un mero espectador, y en el minuto 22 lo dejó claro. Caramelo se escapó por la banda y a punto estuvo de dar un susto a Alberto, pero el portero estuvo muy seguro, atajó el balón con seguridad y desbarató una clara ocasión, al igual que hizo 8 minutos después con una falta botada por el 10 salmantino, Alberto.
Las cosas iban bien para los de verde, pero todo se torció en el minuto 35, cuando un recorte de Javichi acabó con una segada de Saúl, que se topó con la pierna de apoyó del delantero. «Me he roto el tobillo», se quejaba el jugador dolorido en el suelo, que tuvo que esperar 15 minutos en la línea de fondo hasta que llegó la ambulancia. El árbitro pitó el final de la primera mitad y las asistencias sanitarias llegaron para llevarse a Javichi al Hospital Río Carrión, donde le hicieron una serie de pruebas que refrendaron sus palabras. El genial jugador del conjunto cerrateño se partió el peroné en ese lance del juego y no pudo disfrutar de la celebración que vivieron sus compañeros al finalizar el partido.
La lesión dejó mudo al campo y la segunda mitad no arrancó nada bien. Un centro al área finalizó con un barullo monumental que acabó con el portero del Villamuriel en el suelo y con el balón dentro de la portería. El árbitro dijo en el acta que Alberto marcó el 1-1 y habrá que hacerle caso, pero la verdad es que resulta complicado describir lo que pasó en el área después del cúmulo de despropósitos que se tradujo en el gol del Ciudad Rodrigo.
Dar dos pases seguidos era toda una gesta en medio de un diluvio en un campo encharcado y con la hierba más alta que el bambú en el que se escondían los 'Charlis' en la guerra del Vietnam. Pero los blancos de ayer tenían menos mala baba que aquellos 'amarillos' que peleaban a brazo partido ante los 'yankees'. La lucha de guerrillas en la que se convirtió el partido favorecía a un equipo aguerrido como el de Olea, más aún cuando el Ciudad Rodrigo se quedó con 10 tras la expulsión de Iván en el 77, y el gol del triunfo no tardó en llegar. Otra vez fue Chema el que se encargó de marcar para regocijo de la afición local, que no pudo aplaudir el tanto porque tenía una mano ocupada agarrando el paraguas.
El gol fue una explosión de júbilo y la fiesta no la aguó ni la lluvia. Los soldados de Olea seguirán dando guerra un año más después de una batalla ante el Ciudad Rodrigo en la que lograron su objetivo, pero perdieron a uno de sus hombres. Javichi, uno de los artífices de la permanencia, no jugará más esta temporada, pero al menos podrá vestir la camiseta del Villamuriel el próximo año en Tercera.

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