lunes, 25 de enero de 2016

Reparto equitativo entre Danisa Cristo Atletico y Plásticos Magonsa Villamuriel

En todo cuento hay moraleja. El Danisa Cristo Atlético aprendió la anterior jornada que no hay que fiarse de nadie, por conocido que fuera el Becerril y por inofensivo que pareciese. Los de Hernando, de negro como el pelaje del lobo, devoraron a los de Lolo Infante, les mordieron hasta en el asa de la cesta. A los becerrileños les crecieron por un día los ojos, las orejas y los dientes, y al Cristo Atlético se le hizo bosque La Balastera, pero sin cazador que pululara por allí y le rajara el vientre al cánido para sacarles vivos a los de Infante. Cándido ese día cual Caperucita, el Cristo Atlético necesitaba ayer llenarle de piedras la barriga a otro lobo, el Villamuriel de Francis Olea, lobezno por su estreno este año en la categoría pero con unas fauces que dejan a la abuelita para huesos del cocido. Tenían que aprovechar los de Lolo Infante que el Villamuriel, a estas alturas de competición y aunque no saciado de sumar, anda con el ‘flotador’ engordado de puntos. El Cristo debía hacer sudar a los de Olea en las desconocidas dimensiones de La Balastera, llevarles al río para que bebieran y se fueran al fondo por el peso. Si volvían a confiarse, a creer que con lo hecho hasta ahora ya es más fácil salvarse, las dentelladas se iban a oír hasta en el castillo de la Bella Durmiente, allá por la Baviera alemana.



Los veinte primeros minutos de encuentro fueron anodinos, pelín broncos, sin ocasiones ni juego, muy pendientes los dos equipos de no encajar gol. En el Cristo no aparecían ni Aitor ni Víctor, su dos hombres de más calidad, y el otro Aitor, el delantero del Villamuriel que mantiene este año un idilio con el gol, se limitó en ese tiempo a ensayar un disparo lejano sin peligro. De Javichi, sin noticias, lo mismo que de César Simón. El componente alocado de los derbis se había quedado en Suecia, donde son todos muy rubios y muy serios. Ninguno de los dos equipos dejaba jugar al otro, le sometía a una fuerte presión. Pero en el minuto 28 llegó la primera acción destacada del duelo, la expulsión de Diego Rubio al recibir la segunda tarjeta amarilla por una entrada a Camilo cuando el delantero del Cristo se internaba hacia el área.


Se le allanaba un poco el camino al equipo de Lolo Infante, jugar los de Francis Olea en inferioridad numérica durante una hora no era moco de pavo. Ahora bien, al Villamuriel no se le habían caído los colmillos, Javichi lo demostró en un lanzamiento de falta en el minuto 35 que obligó a Julio a estirarse para evitar el gol. Es más, el lobezno mordió en carne con el tiempo cumplido, cuando Javichi botó una falta desde el perfil izquierdo del ataque y Belerda, en un fallo de marca de la zaga del Cristo, remató de cabeza a gol. No dio tiempo a más, el árbitro pitó el final del primer tiempo y la sorpresa era mayúscula, con ese 0-1 del Villamuriel.


Tenía que apretar mucho el Cristo Atlético en la segunda mitad, el Villamuriel nadaba con la corriente a favor. Víctor comenzó a tocar más balón, aumentaba las revoluciones en ataque el equipo de Lolo Infante, con un disparo de Javi Bueno a pase de Kike que se fue rozando el palo. Empezaba a echarse atrás el Villamuriel, el esfuerzo físico de jugar con diez jugadores comenzaba a notarse, y Lolo Infante hacía debutar a Pelayo sacando del campo a un zaguero, Isma. Se palpaba el empate, y llegó en el minuto 68, tras un centro de Aitor desde la izquierda que encontró rematador en el área en Kike, quien, de disparo raso y no muy ortodoxo sin parar el balón, acertó a introducir el balón en la red. Pero el 1-1 no le valía a los de Infante, que se volcaban en la presión a los exhaustos jugadores de Olea, a quienes sí les servían las tablas.


 Aitor tenía más protagonismo en el Cristo, que empujaba en pos de la remontada. Francis Olea reclamaba ayudas a sus futbolistas, se se vaciaban intentando sujetar el punto y no caer al río con el estómago lleno de cantos. Fer disparó de lejos y metió el miedo en el cuerpo al Cristo, y Héctor a punto estuvo de marcar con el tiempo cumplido, con un disparo con efecto que salvó con una gran parada Sevi. Así se llegó al final, con reparto de puntos en el derbi palentino entre un Cristo Atlético que fue lobo muy tarde y un Plásticos Magonsa Villamuriel al que casi le colocan al final una capa roja y una cestita.





No hay comentarios :

Publicar un comentario